Restaurantes
El centro comercial Gran Estación, la Calle 45, los sectores aledaños a la Universidad Javeriana y al centro comercial Andino, fueron los sitios escogidos por la Unidad de investigación Periodística para comprobar que la gente también espera por gusto, en las filas que en Bogotá se suelen hacer para entrar a un restaurante. Se encontró que en los siguientes reconocidos negocios las personas deben permanecer entre 15 y 40 minutos en su puerta: KFC, Crepes, Wok, Leños Gourmet y mi Gran Parilla Boyacense.
Pese a que ir a un restaurante es una elección, y por lo mismo hacer fila para ingresar es una decisión del cliente, quienes así lo prefieren evidencian en sus rostros desespero, ansiedad, mal genio y estrés. Ese es el panorama que se dibuja en
las afueras de estos lugares.
Por ejemplo, en Crepes and Waffles, ubicado en el tercer piso del centro comercial Gran Estación, a la 1:18 pm de un día laboral, se pueden encontrar hasta 40 personas esperando por entrar. Las últimas personas de esa fila ingresaron a la 1:58 pm,
es decir, debieron esperar 40 minutos.
Datos
En los restaurantes más reconocidos de la ciudad, con precios promedios entre 20 mil y 60 mil pesos, las personas esperan para entrar entre 25 y 40 minutos.
Imágenes de la espera
* Fotos tomadas en las entradas de los restaurantes Crepes & Waffles, Mi Gran Parrilla Boyacense, WOK, Kokoriko
y Piqueteadero Chichos (Castilla).
Testimonios
“Esperar me gusta si el sabor que vas a comer vale la pena y eso pasa en este restaurante, entonces… por eso espero. Si tuviera una baja calidad la comida, no esperaría tanto,
preferiría ir a otro lugar”.
“Es tu tiempo, tú vas hacer una fila es porque dispones y quieres hacer una fila,
nadie te está obligando”.
“De repente en los tiempos que uno pierde, sí puede aprovecharlo con su familia
en casa, pero prácticamente en todos los sitios se tiene que esperar”.
“Se pierden vueltas por hacer, pero, digamos que uno está tranquilo porque
sabe que la espera justifica lo que vas a consumir”.
“Ahora que estoy embarazada sí pierdo tiempo, porque el bebé me pide
alimento y tengo mucho apetito, el tiempo es primordial para mí porque
me puede dar un desmayo”.